Reír es arriesgarse a parecer tonto.
Llorar es arriesgarse a parecer un sentimental.
Hacer algo por alguien es arriesgarse a involucrarse.
Expresar sentimientos es arriesgarse a mostrar tu verdadero yo.
Exponer tus ideas y sueños es arriesgarse a perderlos.
Aceptar tus errores es arriesgarse a ser juzgado
Amar es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir.
Esperar es arriesgarse a la desesperanza.
Lanzarte es arriesgarse a fallar.
Si te arriesgas puede que no lo logres, pero aprenderás como hacerlo mejor la próxima vez.
Si no te arriesgas, no hay ninguna posibilidad de que lo logres y cada vez más dejarás que tus miedos y las opiniones de los demás controlen tu vida, crearás una prisión de la que tu tendrás la llave, pero con el tiempo hasta olvidarás que la tienes.
Tomar riesgos calculados te convertirán en una persona libre.
Autor desconocido
lunes, 18 de octubre de 2010
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