Me regocijo y canto por el amor,
generoso sentir que me extravía
entre sueños, abrazos y sonoras liras
se suscita la luz naciente del corazón.
Se besa el mar azul con el sol,
sabio es el universo con su color,
las aves revolotean con incesante ánimo
bebiendo el manantial de las emociones.
Errantes horas yacen dormidas,
inhalo en la mente tersas palabras,
se retrata la felicidad en las pupilas,
ya no se deshojan las margaritas...
La brisa trae un lejano rumor,
son besos alados que viajan con prisa,
el alma gozosa ya se encuentra,
amanece el cielo en mi boca.
Circunda la piel la ternura,
la pasión es visitante asidua,
cuatro letras llegan derramando vida,
gobiernan mi razón y mi locura.
©Marielena Rondinel
(Perú)
Todos los Derechos Reservados
generoso sentir que me extravía
entre sueños, abrazos y sonoras liras
se suscita la luz naciente del corazón.
Se besa el mar azul con el sol,
sabio es el universo con su color,
las aves revolotean con incesante ánimo
bebiendo el manantial de las emociones.
Errantes horas yacen dormidas,
inhalo en la mente tersas palabras,
se retrata la felicidad en las pupilas,
ya no se deshojan las margaritas...
La brisa trae un lejano rumor,
son besos alados que viajan con prisa,
el alma gozosa ya se encuentra,
amanece el cielo en mi boca.
Circunda la piel la ternura,
la pasión es visitante asidua,
cuatro letras llegan derramando vida,
gobiernan mi razón y mi locura.
©Marielena Rondinel
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